martes, 22 de marzo de 2016

La responsabilidad de las grandes potencias en el auge del terrorismo islámico

Frente al debate luego de los atentados que acaba de vivir Bruselas, hay que decir que la argumentación occidental y cristiana es incompleta. Luego de los atentados del 11 de septiembre esa argumentación compró y vendió la idea que el extremismo terrorista musulmán está implícito en las enseñanzas del Islam, lo cual es una simplificación absoluta que lleva a considerar una sola causa para este mal y que implica una sola solución y un solo enemigo, el árabe. Es necesario preguntarnos también por otras variables que puedan haber influido en este resultado, una central, es la política exterior de las grandes potencias.

En 2003 invaden Irak desplazando al líder más fuerte de la región, Saddam Hussein, buscando armas nucleares que nunca existieron y disolviendo un ejército de 370 mil soldados que quedarían a la deriva y buscando retaliación,  y que hoy engrosan las filas del Estado Islámico de Irak y el Levante. En 2011 incentivaron y publicitaron por todos los medios del mundo a la primavera árabe, que es la mayor ficción política del siglo, la naturaleza de las protestas fue muy heterogénea y no está claro que hayan estado enmarcadas en demandas universales por democracia y derechos. Egipto es el mejor ejemplo de esto ya que fue el primer país donde esta triunfó, allí, Occidente empujó la subida al poder de la Hermandad Musulmana, una organización que predica un interpretación Suníta y retrograda del Islam, como único punto de referencia para el ordenamiento de la vida social. En octubre del 2011, la OTAN en alianza con el fundamentalismo islámico, asesinó violando toda ley internacional a Muammar el Gadafi, quien gobernó Libia por 42 años transformándola en el país con el índice de desarrollo humano (IDH) más alto de toda África, y a quien Nelson Mandela (héroe de progres, demócratas y todo tipo de occidentales), calificó como uno de sus únicos tres amigos en el mundo, hay que destacar también que Gadafi fue un “aliado crucial” para el EEUU en la lucha contra Al Qaeda, ya que el mismo Gadafi fue quien solicitó la captura internacional de Bin Laden, dos años antes del 9/11. Hoy Libia tiene su territorio completamente desmembrado y sin ningún tipo de autoridad central, los asesinatos y ejecuciones sumarias son continuos y el estado de los Derechos Humanos, concepto esgrimido para justificar la agresión es definitivamente peor que antes de la invasión. En Siria la CIA financio y entrenó a “freedom fighters” contra el gobierno de Al Assad,  cuyo régimen era también, un baluarte de la estabilidad en la región más caliente del mundo, nuevamente, la injerencia de Occidente, fue condición necesaria para que hoy ese prospero país donde convivían cristianos y musulmanes, lleve 5 años de guerra civil y la mitad de su territorio sea controlado por los extremistas yihadistas del ISIS, cuyas atrocidades ya conocemos todos.

Basta con seguir mirando otros casos como el Yemen, un estado completamente fallido a partir del 2011, y el de muchos otros países de la región para evidenciar como la política exterior de EEUU y Europa; principalmente la de Francia, es en gran parte responsable del actual auge de esta interpretación radical y terrorista del Islam. No es un problema religioso ni cultural, de hecho quienes más están dando la pelea contra los extremistas, son musulmanes, es un problema político; ya que cuando se debilitan los estados se da lugar a la emergencia para este tipo de actores violentos. No hace falta ni aclarar que los atentados son profundamente condenables pero es difícil decir que no eran esperables, pasó con Charlie Hebdo, luego mas en la proximidad con Bataclan, pasó en Beirut, y van a volver a pasar. La salida a esta situación no es fácil y hay que comenzar por reconocer la complejidad enorme del asunto para salirse de los facilismos inservibles. Si el estado de los derechos humanos era malo en la región, hoy es directamente una tragedia. Desde la humilde opinión de quien escribe, las grandes potencias deben ser mucho más responsables y no intentar derrocar regímenes autóctonos de los países medio-orientales y sus cercanías, porque allí no existe la democracia liberal ni los derechos políticos occidentales, sino que deben guiarse por el principio sagrado de la estabilidad internacional y de que la guerra es siempre el último recurso y nunca el primero. 

Reflexión escrita por un Politólogo amigo en la vida y compañero en la política.
Muchas gracias a él, por su aporte. 

jueves, 17 de marzo de 2016

Saif al Islam es la única solución!!! Fue finalmente liberado el hijo de Gadafi?

Durante el año pasado cuatro noticias importantes fueron dadas a conocer sobre el hijo más lucido de Muammar Gadafi. De público conocimiento es que el tribunal islamista y fantasma de Trípoli condenó a muerte a Saif al Islam luego de la farsa de juicio que los terroristas de la capital libia intentaron armar con él. Días después también fue de público conocimiento, que un juzgado de alta jerarquía del gobierno de Tobruk dictó una amnistía general a favor de los presos políticos, la cual incluía a Saif al Islam. Más tarde, portales alternativos y perfiles individuales de árabes y libios, indicaron que el hijo del patriota africano había sido liberado en secreto, a la vez que una noticia hablaba de su retorno a la escena política del país magrebi; apuntando a que el principal cuadro político de la familia Gafdafi, había sido investido con el cargo de Secretario General de las tribus del sur.

Mientras que las dos primeras noticias se refieren a institutos legales (condena y amnistía), que fueron fehacientemente dictados, pero de los cuales en el plano de la realidad social no se conocen sus efectos; de los otros dos reportes no se puede hablar de que los mismos hayan sido confirmados o acreditados. Aunque respecto a su investidura como Secretario General de las tribus del sur que seguirían siendo leales a la Yamahiriya, puede haberse dado incluso en el caso de que Saif no hubiese sido liberado por la tribu de Zintan, fuertemente armada y que lo tiene retenido ilegalmente desde noviembre de 2011.

Ahora nuevamente hay informaciones cruzadas sobre el arquitecto y “reformista político” de la familia Gadafi, que la guerra transformó en un muyahidín aguerrido. Hubo ayer una filtración de un aficionado o periodista ruso que indicaba que Saif al Islam Gadafi definitivamente había sido liberado por encontrárselo inocente de todos los delitos que se le imputaban, lo que se sumó según la fuente, a su delicado estado de salud; ambas causas serían conexas para el logro de su libertad.

Sabido esto, inmediatamente me puse en contacto con mis fuentes libias, logre dar con un compañero en el exilio, que es muy cercano al núcleo de poder de Gadafi y con quien tengo una relación de amistad desde hace ya muchos años; y me dijo lo siguiente:  “Es verdad hermano... Otra cosa es que el parlamento títere había proclamado la llamada ley de amnistía general, que atendiendo a uno de sus artículos, Saif debe estar liberado por no haberse probado ninguno de los delitos que a él se le atribuían. Pero los rebeldes de Zintan siguen su encarcelamiento sólo por tener una hoja fuerte para futuras negociaciones internas... De todos modos no descartamos su liberación; esto es causa de la confusión de papeles en la guerra civil que atraviesa nuestro país y porque saben que  él es la única esperanza para dar solución de nuestros problemas".

El hombre mas ensuciado con calumnias e injurias sobre su persona, muchas veces no solo por los enemigos; tiene en la sociedad libia un consenso tan alto, que muchos militantes del gadafismo, directamente indican que Saif al Islam es “la única solución para Libia”, nadie más puede tomar el control y solucionar el problema de la cruenta guerra civil y el hambre que sufre su población desde hace mas de 4 años.

La prensa, pese a que él siempre manifestó lo contrario, lo señalaba como un heredero del poder estatal que su padre había construido, invitándonos a creer que la Yamahiriya era algo así como una monarquía hereditaria. También fueron los matutinos y cadenas occidentales las que establecieron a Saif al islam como un chico caprichoso, frívolo, de grandes gastos económicos y demás; cuando en realidad Saif probablemente sea el Gadafi más modesto. Ellos (la podrida prensa del capital internacional) nunca dijeron y nunca dirán que él formó su educación desde preescolar al bachillerato en una escuela pública y normal de Libia; junto a compañeros que precisamente no eran de familias adineradas, sino más bien de las clases bajas del país, en su mayoría pertenecientes al populoso barrio capitalino de Abu Salim.

Fueron conocidaslas imágenes de él durante la guerra que en el 2011 se le impuso a su país, caminando tranquilamente por las calles, sin ningún tipo de custodia y recibiendo familiares de los damnificados por los ataques foráneos; su presencia en Trípoli será recordada para siempre, por todos quienes seguimos aquella tragedia; él estaba allí, llevando tranquilidad incluso en los peores momentos, él, fue el último Gadafi en dejar Trípoli, fue alcanzado por un misil de la OTAN que casi lo mata y lo hirió gravemente en su mano… Él, es la única posibilidad para acabar con la tragedia que le han provocado a su país.   

martes, 1 de marzo de 2016

Libios festejarán el Día Nacional de la Yamahiriya a pesar de la intervención extranjera.

El Estado de las Masas cumple 39 años y los libios han decidido conmemorar la fecha patria que se refiere a la constitución del paradigmático sistema que en el año 77 a través de la Declaración de Sabha, el coronel Gadafi puso a disposición del pueblo libio.

A pesar de que las potencias destructoras de Libia han emprendido una nueva intervención militar, los ciudadanos del país norafricano no piensan esta vez quedarse en sus casas y asumen el reto de desafiar al bloque internacional y sus aliados islamistas; quienes controlan el territorio a través de milicias y gánsters, además de monitorearlo por drones.

El 2 de marzo es una fecha muy importante en la memoria colectiva del pueblo libio, quizás más importante aún que el primero de septiembre, fecha del ascenso al poder del post adolescente Gadafi que con 27 años se hacía cargo de los destinos de un complejo y enorme país.

La solicitada fue hecha pública por militantes gadafistas, en las jornadas de la liberación de diferentes puntos de Bengasi, donde estos participaron junto al ejército en su ofensiva contra los islamistas radicales.

El Estado de las Masas o Autoridad de la Multitud, obra fácil de leer y clara en sus objetivos, contenida en el libro verde; es un interesante y arduo trabajo, que Gadafi forjó en las ideas del socialismo económico, el nacionalismo político, la democracia participativa y el anarquismo legal.

La obra de constitución de la Yamahiriya es de fácil lectura, se comprende rápidamente cuales son los objetivos, que el jurista doctrinario (Gadafi) intenta instaurar. Es una obra cuya explicación es tan precisa y concreta que no necesita del insoportable léxico jurídico o sus infinitos puntos taxativos; es más, no solo se encargará Gadafi en este libro de denunciar a la Democracia Liberal que el mundo erigía en aquel entonces y aún erige como “la democracia verdadera”; sino que también pone acento y de una forma magistral en el derecho positivo, al que acusa de inservible, represivo y anti-democrático.

En otro momento, con más tiempo haré una publicación íntegra del Libro Verde y del funcionamiento de la Yamahiriya, los postulados principales, las denuncias acertadas a los sistemas legales vigentes, el conteniendo, su fundamento y objetivo. Vale la pena hacerlo; pues quizás no haya habido en la historia, un estadista tan brillante y lúcido como Gadafi en su etapa teórica y doctrinaria.